Algunas personas reciben un don, es el de poder ver las cosas antes, durante o después de que ocurran, esto comúnmente es llamado videncia.
La videncia históricamente se puede llegar a conocer como el tercer ojo, o la facilidad para ver y percibir imágenes de hechos que están sucediendo a nuestro alrededor, en un pasado o en un futuro.
Hay varias formas de videncia o clarividencia, estas pueden ser durante el sueño o la vigilia y otras en pequeños flashbacks mientras ocurre nuestra vida cotidiana, aquellas personas que lo padecen pueden llegar a describirlo como pequeños deja vi continuos de la vida de otras personas a su alrededor.
Grandes videntes a lo largo de la historia han ayudado a resolver crímenes muy famosos gracias a sus dotes interpretativas, algunos además pueden sentir o notar momentos pasados tocando un objeto, oliendo un perfume y sintiendo un lugar algo que para la mayoría de personas puede llegar a pasar desapercibido.
Hay algunos ejercicios que pueden potenciar la videncia o clarividencia en personas que alguna vez han sentido pequeños flases de momentos o situaciones pasadas, pero nunca es recomendable practicarles solos las primeras veces, por lo que podemos ver, sentir o experimentar, por este motivo lo mejor es realizarles siempre con personas cualificadas que entiendan las experiencias y puedan orientarnos en ellas, para poder potenciarnos al máximo posible.
La videncia existe desde el inicio de los tiempos, ya los antiguos chamanes la utilizaban para realizar su brujería y hechizos de magia blanca incluso para alterar el orden natural de las cosas, como la petición de agua a su necesidad.
La videncia natural es una cualidad que bien desarrollada puede sernos de utilidad para nosotros y para las personas de nuestro alrededor, ya que podremos ayudarles con tan solo tocar un objeto o con poner las manos sobre ellos, hay infinidad de videntes que ayudan diariamente a resolver todo tipo de problemas de personas que realmente lo necesitan con tan solo mantener una pequeña conversación y palpar un objeto personal de ellos.
Este tipo de videncia funciona cuando la persona que lo posee no intenta lucrarse de ella, sino que pide la voluntad de lo que aquellas personas que reciben la ayuda estén dispuestas a ofrecerle.
Para algunas personas la videncia natural puede llegar a ser un infierno y una carga natural ya que al no llegar a controlarlo puede acabar destruyendo sus nervios su paciencia e incluso sus vidas.