Numerología azteca

Numerología AztecaLa civilización azteca fue una de las más avanzadas en su época; de hecho, todavía se siguen obteniendo algunos datos e instrumentos que no se creen posibles para aquella época. En esta época se tenía una creencia ferviente por todo lo relacionado con el mundo esotérico, por lo que podemos encontrar toda una serie de técnicas con las que intentaba desentrañar algunos detalles pertenecientes al futuro: por ejemplo, la numerología azteca.

Los números juegan un papel muy importante en nuestra vida diaria debido a sus múltiples usos pragmáticos. ¡Solo hay que tener en cuenta en la frecuencia con la que contamos o medimos cosas y realizamos todo tipo de operaciones matemáticas! No es de extrañar que los aztecas, que vivían en una sociedad altamente organizada como la nuestra, también hicieran uso constante de los números para realizar diferentes tareas prácticas: midieron el tiempo, cuantificaron las cosas para vender, llevaban la cuenta de los días, etc. Sin embargo, a diferencia de nosotros, los aztecas se basaron en gran medida en la naturaleza esotérica de los números.

Los aztecas tenían una forma muy diferente de ver el mundo, y los números para ellos tenían una dimensión mágica muy profunda. Los números son muy importantes para los aztecas: de hecho, hasta disponían de tres calendarios diferentes siendo una concepción particular de la visión que tenían sobre el propio tiempo:

Descubre los diferentes calendarios según la numerología azteca

Tonalpohualli

El Tonalpohualli consistía en una serie de 13 números (probablemente basados ​​en los 13 niveles del cielo según lo concebido por la mitología azteca) que se combinaban con una serie de signos de 20 días (Muerte, Viento, Lluvia, etc.). Cuando se juntaron, estos números y signos proporcionaron una unidad muy especial llamada signo de día. Dado que solo hay 260 combinaciones posibles (13 días x 20 signos), el calendario tenía 260 días de duración. Y cada uno de estos días -o combinaciones- poseía una naturaleza muy precisa que podía ser afortunada o desafortunada. Los signos del día también determinaban la idoneidad de una fecha determinada para llevar a cabo asuntos importantes. De modo que consultar este calendario era un asunto crucial para el pueblo azteca. Por supuesto, este no era el tipo de conocimiento que poseía cualquiera. Solo los sacerdotes especializados podían comprender e interpretar este complejo cuerpo de conocimientos.

Una de las estupendas características de este tipo de numerología azteca es que, dependiendo del análisis de un determinado intervalo de tiempo, ese día en concreto se puede llegar a considerar como positivo o como negativo en base al número al que se asocia.

Según se cree, este calendario se utilizaba comúnmente para poder predecir el futuro, así como el destino de cada una de las personas en base a su año de nacimiento.

Xiuitl

Por otra parte, nos encontramos con este calendario solar que ya cuenta con los 365 días. Sin embargo, a diferencia de nuestro calendario, no se agrupa por 12 meses lunares, sino que lo hace en 18 meses compuestos cada uno de ellos por 12 días; además, al final se añaden cinco días adicionales para conmemorar al dios Nemontoni.

Se establecen festividades el veinteavo día de cada mes.

Ximolpilli

Y terminamos con este último calendario en donde el tiempo se divide en cuatro periodos de 13 años que se asocian, a su vez, a los 13 periodos correspondientes con el calendario adivinatorio. También es importante saber que cada uno de estos períodos se asocian con diferentes signos y cifras.

Dividido en cuatro períodos de 13 años, correspondientes a los 13 períodos del calendario adivinatorio. Cada uno de estos períodos está asociado con una figura y un signo, de entre los siguientes: Acatl (caña), Tecpatl (pedernal), Calli (casa), Tochtli (conejo). Debido a este ciclo, dos personas nacidas el mismo día con 52 años de diferencia tendrán el mismo signo.

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